lunes, 15 de julio de 2013

Educadores destacados en nuestra historia… Maestro Rafael Cordero Molina

Eugenio María de Hostos, Rafael Cordero y Molina, Ana G. Méndez,  Inés Mendoza, Concha Meléndez, grandes educadores puertorriqueños que hicieron de la educación una particular en nuestro país.  Entre los personajes antes mencionados, hay una figura inspiradora y de gran influencia; un maestro con una extraordinaria trayectoria que define claramente el concepto vocación y el hacer bien por el prójimo: el maestro Rafael Cordero y Molina.

"Yo no escribo nada en esta vida,
porque no quiero recordar hoy el bien que hice ayer".
Rafael Cordero y Molina

Negro nacido en San Juan, el día 24 de octubre de 1790, hijo de los esclavos Lucas Cordero y Rita Molina. Se destacó como educador  y en el plano religioso, como uno de los más fieles siervos de Dios. Formó sus destrezas para ejercer como maestro gracias a la educación impartida por sus padres a través de tareas y principios básicos que se fueron enriqueciendo con información de libros prestados de un convento. A sus veinte años, creó una escuela en su casa para impartir enseñanza primaria, o más bien, enseñar a niños a leer, escribir, contar y no podía faltar la educación cristiana. Desde su casa en San Juan ganaba su sustento elaborando tabacos y trabajando como zapatero. Su mayor satisfacción residía en hacer bien a los demás, por lo cual no esperaba remuneración por la labor que realizaba.  Después de cincuenta años de instruir gratuitamente, el gobierno de San Juan le concedió el título de Maestro con una paga de quince dólares mensuales. Igualmente se negó a aceptar dicha paga, aunque ante la insistencia terminó aceptándola. Parte del dinero que ganaba con la venta de sus tabacos y luego con lo que le concedió el gobierno, regalaba a personas pobres ropa, medias y zapatos.

Ya no era juzgado o rechazado por su color y hasta enseñaba a los hijos de las principales familias de la capital. Reconocidos personajes en Puerto Rico fueron a su escuela: Alejandro Tapia y Rivera, Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta, entre otros.

Un 5 de junio de 1878, después de pasar varios días enfermo en una cama, le llegó la hora de morar con el Señor. Se despidió de algunos de sus discípulos presentes y  solicitó no se abandonara a sus estudiantes, sino que se continuase la educación que había comenzado a impartirles. Miles de personas participaron del funeral de aquél siervo de Dios que les había enseñado más que una simple doctrina primaria.

Rafael Cordero fue un ejemplo de excelencia, un hombre lleno de virtudes y humildad. Más que enseñar a leer y escribir, se enfocaba en formar el corazón del niño, enseñarle valores la importancia de hacer el bien. Fue maestro de vocación por más de cincuenta años. El maestro Rafael dejó un gran legado al maestro puertorriqueño,  ¿Qué está haciendo el maestro de hoy para emular las prácticas del maestro Rafael? ¿Por qué tan digna profesión está siendo poco valorada?  






Referencia:
Negrón, L. (2012) Rafael Cordero Molina: Maestro de próceres, Siervo de Dios. Recuperado de http://www.preb.com/biog/rcordero.htmhttp://www.preb.com/biog/rcordero.htm

Maestro Rafael Cordero
. Recuperado de http://maestrorafaelcordero.com/wp/

No hay comentarios:

Publicar un comentario